Grupo de estudio – Agosto

El yoga es un viaje que nos lleva a los seres humanos, desde lo más vasto a lo más sutil. Nos lleva desde la tierra al cielo. Ese viaje, por lo tanto, comienza parándose bien sobre la tierra. Ese viaje activa las facultades físicas, orgánicas, emotivas, intelectuales, no sólo para alcanzar mayores niveles de refinación en la postura física, sino que a través de ese refinamiento se encuentra el lugar en el que la conciencia nos revela el ser, porque ella se estabiliza.

Hay un largo camino por recorrer si queremos estabilizar la conciencia. Paradójicamente para llegar a esa estabilidad, lo primero que requerimos es una metodología, una disciplina para avanzar, de construir un flujo de regularidades. En el caso del Yoga, esa disciplina te dice que practiques y renuncies a los frutos de esa práctica. Los fundamentos de esta práctica están en los yama (deja de hacer esto) y niyama (has esto con mucha regularidad).Hacer y dejar de hacer algo requiere de movilidad, porque el movimiento te hace salir del lugar de estancamiento para retornar a un lugar de estabilidad. 

Llegar a la estabilidad de la conciencia requiere de estabilidad física, orgánica, emocional y mental. Para una gran cantidad de seres humanos, la estabilidad en el cuerpo físico puede hacer que ganemos estabilidad, porque el cuerpo es algo que es tangible y tenemos muy a mano como para cultivarlo en la dirección de nuestro ser.

El cuerpo humano es especial dentro de la naturaleza, ya que es el único que desafía la gravedad irguiéndo verticalmente su columna. El pie humano evolucionó para ser una plataforma que sostiene el peso completo del cuerpo, más que actuar simplemente como una estructura fija, como lo fue para los primeros homínidos. Es por ello que los humanos poseen dedos más pequeños que sus ancestros bípedos. Los humanos poseemos un arco en el pie. Cuando un pie humano distribuye el peso desde el talón, a lo largo del exterior del pie, a través de la rótula del pie, y finalmente mediante el hallux.

De ahí la importancia de las posturas de pie. Por ello, comenzamos por ellas para ganar movilidad y, al mismo tiempo, estabilidad.Las posturas de pie enseñan innumerables movimientos del cuerpo que se replican en otras posturas y que, finalmente, entregan mayores grados de destreza e inteligencia. Cuesta mucho hacer entender a los estudiantes y los profesores novatos de la importancia de tadasana. Arriba está explicada su trascedencia. Estar estable sobre los pies inicia el proceso de estabilidad de la conciencia de manera tangible.  Estar «bien parado» economiza energía, mantiene sanas las articulaciones y órganos, permite respirar mejor, y por la nivelación del cuerpo, permite tener un balance intelectual.

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